Acercamiento a la escritura de guion: conceptos básicos

El guion es la base fundamental de cualquier proyecto cinematográfico y, sin lugar a duda, la parte más importante del mismo. Una buena historia, bien contada, siempre será una buena historia. Al igual que una mala historia, por mucho efectismo o recursos que se le añadan, no dejará nunca de serlo.

La gente tiende a pensar que el guionista es un loco que vive en su cueva ideando universos paralelos y locuras. Y asumen que todo esto se trata de tener ocurrencias estrambóticas. Eso es un error mayúsculo. El guionista trabaja con la imaginación, por supuesto, pero es una suerte de relojero suizo. Tiene que ser preciso a la vez que imaginativo, o si lo prefieres, preciso en imaginar. Y esto es lo más complicado. Cualquiera puede idear un mundo paralelo de fantasía. Lo difícil es conseguir crear una narrativa que funcione a su alrededor.

Un guion no es literatura, no vale todo y, desde luego, la idea más fantasiosa no es ni mucho menos la mejor. ¿Qué necesita un guion para ser bueno? Pues una buena historia, unos buenos personajes y una dinámica narrativa capaz de atrapar al espectador.

Lo más recomendable es comenzar a escribir dentro del formato de cortometrajes. Escribir el guion de una película lleva de meses a años y es una tarea que hay que afrontar una vez estemos seguros de dominar perfectamente todas las técnicas narrativas, algo que no sabremos hasta que se haya materializado alguna de nuestras obras. En este sentido, un cortometraje resulta mucho más sencillo de llevar a cabo en todos los aspectos.

La producción: crea una historia que pueda ser rodada

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de afrontar la escritura de nuestro guion es la producción con la que contamos. Esto quiere decir que tienes que crear una historia que pueda ser rodada. Hay muchos cajones llenos de guiones que nunca serán rodados y no queremos que esto pase con el nuestro.

Cuando se empieza no se suelen contar con muchos medios y hay que saber que hacer cine es caro. Ahora bien, si tienes una cámara y alguien dispuesto a ponerse ante ella, ya tienes lo necesario para hacer tu primer guion. Encuentra un espacio en el que situar todo, no te compliques demasiado. Hay muchas buenas historias que apenas cuentan con dos o tres personajes y no necesitan cambiar de ubicación.

Crea conflicto: la narrativa se sustenta en este

Para que una historia sea buena no necesita de artificios complejos, sino de algo muy simple: tiene que generar en el espectador avidez de saber más, lo que se conoce como proyección hacia el futuro.

Para generar esto hay dos técnicas básicas: generación de confusión y creación de conflicto.

Generación de confusión

La primera y más sencilla sería generar confusión. Cuando el espectador no entiende nada se queda pegado a la pantalla tratando de comprender qué es lo que está pasando. Pero es un arma de doble filo, ya que llega un momento en que el espectador se aburrirá de no saber qué sucede y se cansará. Por eso esta técnica solo suele aplicarse por sí sola a cortometrajes: es muy difícil que un espectador aguante dos horas pegado a la pantalla sin entender nada. Suele funcionar durante 3 o 4 minutos máximo, después se pierde el efecto.

Creación de conflicto

Toda la narrativa cinematográfica clásica se basa en esto y si quieres ser guionista esta es la que tendrás que aprender y practicar hasta dominarla perfectamente. Al espectador le encanta ver a los personajes sufriendo y desean saber cómo van a superar sus adversidades. Naturalmente, podemos combinar ambas técnicas sin problema una vez las hayamos dominado.

Debes comenzar presentando tus personajes para que el público los conozca. En el caso de una película esto suele darse entre los primeros 5 y 15 minutos. Entre los minutos 15 y 20 se dará el primer punto de giro, la aparición del problema que desarrollará toda la trama. Luego pueden darse más giros, más o menos importantes, y acabaríamos con el último punto de giro, unos 5 minutos antes del clímax, y el clímax y resolución final.

Lo bueno y malo de un cortometraje es que todo esto ha de estar condensado en muy poco tiempo. Naturalmente no necesitamos crear tantos puntos de giro ni presentar tan a fondo a los personajes, pero sí que necesitaremos que estos existan y lograr un clímax. En el momento del clímax es cuando el espectador decida si lo que ha visto le ha gustado o no. Para generar un buen clímax basta seguir un principio básico: poner al personaje lo más lejos posible de cumplir su objetivo y conseguir que lo logre, generando una resolución positiva, o bien, acercar al personaje lo más posible a la consecución de su objetivo y conseguir que no lo logre, generando una resolución negativa.

La importancia de la coherencia en los personajes

Para generar un buen conflicto necesitamos unos buenos personajes. La creación del personaje es una parte fundamental del guion. Tenemos que conocerlos a fondo, todas las circunstancias de su vida que les han llevado a estar dónde están y ser lo que son, para que puedan actuar de un modo lógico y coherente. Por ello es importante crear una ficha de personaje. Esta ficha también tiene que contener el objetivo del personaje. Y esto último es algo trascendente ya que el conflicto se genera en base a su objetivo. Durante toda la narración, todo lo que haga o diga este personaje ha de estar relacionado con alcanzar este objetivo y nosotros, como guionistas, lo que haremos será ponerle todas las dificultades posibles para que lo consiga. A nadie le gusta ver una película en la que todo se consigue como por arte de magia. Las cosas hay que ganárselas, esos son los personajes que generan proyección hacia el futuro.

El formato de un guión no es el de una novela

El formato de escritura de un guion no es el mismo que el de una novela. Y desde luego, no ha de escribirse nunca como si lo fuese. No puedes perderte en largas descripciones ni hablar en términos de sentimientos o pensamientos. Se trata de ser conciso y concreto. Piensa que un guion es una herramienta de trabajo que va a ser utilizada por todo el equipo. De modo que cuando otro miembro del equipo lo lea pueda saber exactamente de qué se tiene que encargar. Por eso narraremos todo lo que vaya a aparecer en cámara de un modo descriptivo y haremos hincapié en los elementos que tengan importancia dentro del guion escribiéndolos con mayúsculas. Si tenemos un elemento de atrezzo que tiene importancia relevante en la historia, lo marcaremos así para que el encargado de producción sepa que es imprescindible conseguir este elemento. Lo mismo con sonidos para los sonidistas, personajes para los actores/director etc.

Otra cosa son los diálogos. Ahí sí que escribiremos lo que realmente sea necesario, y si nuestro personaje habla mucho, seremos coherentes con ello, pero la narración ha de funcionar de un modo descriptivo y concreto, presentando imágenes y no cosas etéreas como pensamientos o sentimientos. Si queremos mostrar un personaje preocupado, lo describiremos con una actitud que muestre esto.

Un guion no se divide en capítulos, sino que lo hace en escenas. Estas han de estar numeradas y definir el espacio y momento en su encabezado. Cuando se cambia de espacio o momento, se cambia de escena.

Cada vez que aparezca un nuevo personaje, además de nombrarlo en mayúsculas, haremos una breve descripción que incluya su edad, su aspecto físico y la ropa que viste.

Vamos a ver un pequeño ejemplo de lo anterior:

 

1.SALÓN INT/DIA.1

PACO (40) alto, calvo y delgado; viste una bata y zapatillas de andar por casa, está sentado en un sofá orejero frente al televisor encendido. En su mano tiene el mando del televisor. Tras el sofá hay una puerta, a su derecha una mesa con dos sillas. En las paredes hay varios CUADROS de paisajes. MARÍA (39), rubia, de talla grande, viste vaqueros y suéter blanco; entra por la puerta y se detiene en silencio bajo el umbral. Se cruza de brazos contemplando la coronilla de PACO y el televisor. Da dos rápidos pasos hacia uno de los CUADROS situados en la pared, lo coge y rápidamente se coloca a la espalda de PACO, que permanece atento a la pantalla. MARÍA, sujetando el cuadro con ambas manos, golpea la cabeza de PACO, incrustando el CUADRO, que queda colgando de su cuello. PACO reacciona dando un GRITO y se levanta de un salto mirando a MARÍA mientras se rasca la coronilla.

PACO

¿Pero qué haces?

MARÍA

¡Estoy harta de que te pases el día ahí sentado!

 

Hay que saber que cada página de nuestro guion equivale a un minuto de narración audiovisual. Por ello se escribe siguiendo este formato concreto. Hay varios programas que te pueden facilitar la tarea y que cuentan con versiones de prueba gratuitas, como son Celtx o Final Draft.

La importancia de lo necesario

Para acabar con esta introducción al guion os voy a dar un consejo. Antes de añadir cualquier escena, personaje, elemento de atrezzo o incluso palabra, tienes que plantearte qué aporta a la historia. La regla es simple, solo hay que escribir lo estrictamente necesario y lo necesario es aquello que nos sirva para conocer al personaje o hacer avanzar la trama. Sino cumple uno de estos requisitos, entonces es un elemento que sobra de tu guion. Y lo ideal sería que cumpla con sendos criterios.

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