Última actualización: 25/03/2024 16:14 (hora España peninsular)

Una de las principales verdades que cualquier espectador de cine puede atestiguar es que hay diferentes formas de hacer películas. El cine ha experimentado cambios e innovaciones a lo largo de su historia, desde que se originó en 1895 hasta el último estreno de esta semana (con indiferencia a cuando leas esto). Sin embargo, al margen de que cada cineasta o equipo de rodaje puede hacer las películas a su manera (en blanco y negro, en montaje paralelo, con personajes o sin personajes, etc.), pueden diferenciarse una serie de rasgos comunes que definen los tipos de cine.

En este artículo os explicamos qué es el cine primitivo y qué lo caracteriza. ¿Sabéis a qué se refiere el término «primitivo»? ¿Sabrías diferenciar una película original de George Méliès de cualquier película actual de Hollywood? ¡A continuación os ofrecemos algunas claves para ello!

 

El cine primitivo es un modo de representación practicado entre los años 1895 y 1915 aproximadamente.Fuente: Pexels.
El cine primitivo es un modo de representación practicado entre los años 1895 y 1915 aproximadamente. Fuente: Pexels.

 

El cine primitivo como cine de los inicios

Uno de los primeros puntos que hemos de abordar antes de adentrarnos en definiciones, es el debate terminológico que ha acompañado a la acepción de “cine primitivo”. En su sentido etimológico, primitivo significa ‘primero en el tiempo’ y, por lo tanto, no tendría por qué suponer ningún problema siempre y cuando se refiera a eso: al cine que cronológicamente primero se realizó, en el siglo XIX.

Sin embargo, para autores como André Gaudreault (2007) dicho adjetivo resulta peyorativo, del mismo modo que llamar a una comunidad indígena como “primitiva” oculta prejuicios étnicos (como si dicha sociedad necesitara de civilización). En este último sentido, primitivo es sinónimo de simple, salvaje o ignorante. Y sólo con la evolución de la historia del cine -diría el espectador más etnocentrista- se alcanzaría una forma de hacer cine más compleja y refinada: el cine clásico, el “verdadero” cine…

Por supuesto, descartamos este último uso del concepto y nos ceñimos al primero. Hablamos de cine primitivo como un cine primerizo: las primeras maneras estandarizadas de filmar. Tales maneras se ven condicionadas por el desarrollo tecnológico del momento (por ejemplo, en el siglo XIX era impensable recrear simulaciones en 3D) y las condiciones sociohistóricas de producción (por ejemplo, en lo referido al tipo de escenarios que podían filmarse, pues no es lo mismo filmar una estación de tren que un prostíbulo, especialmente en base a la concepción moral de la época).

En cualquier caso, más allá de tales elementos, cabe realizar un esquema de rasgos formales que definen al llamado cine primitivo. ¡Veamos!

 

Rasgos del cine primitivo

El cinematógrafo se inventa por los célebres hermanos Lumière en 1895, quienes realizan su primera proyección el 28 de diciembre de tal año en Salon Indien del Grand Café de París. Junto a Francia, Reino Unido y los Estados Unidos son los centros de producción más importantes en la primera década de vida del invento. Tal y como ha desarrollado prolijamente el historiador norteamericano Noël Burch en su libro El tragaluz del infinito, pueden diferenciarse hasta cuatro rasgos fundamentales del cine que se realiza entre 1895 y 1915, aproximadamente:

  1. Frontalidad: el plano en el cine de los orígenes es principalmente frontal, es decir, toma a los elementos de la puesta en escena de frente, cara a cara. Si vemos la pieza de los Lumière Repas de bébé (1895), donde aparecen un hombre y una mujer alimentando a un pequeño bebé en plano medio, vemos que los tres personajes principales están filmados frontalmente, como si la cámara fuera un cuarto invitado sentado justo delante. Esta será una constante en el cine primitivo, a tenor de que la intención de los cineastas es que se vea toda la acción lo más claramente posible (sin recortes ni ángulos obtusos).

 

 

  1. Distancia: la cámara en el cine de lo inicios tiende a situarse a una moderada distancia de los personajes y los elementos clave de la acción. Como puede verse en gran parte de las películas de George Méliès, como por ejemplo en L’homme orchestre (1900), los planos toman en conjunto a los intérpretes situados frente a la lente, de manera que pueda abarcar toda la representación o actividad mostrada. En el último ejemplo ofrecido, nos encontramos con un plano de casi dos minutos donde el propio Méliès como actor se va multiplicando a lo largo de una hilera de sillas. La toma es estática y no varía su plano general, con los personajes repartidos uniformemente en el tercio horizontal inferior. Nuevamente, el objetivo de dicha distancia es el de no confundir al ojo de espectador ante la visión de lo filmado, siendo el plano lo más directo y templado posible.

 

 

  1. Carácter centrífugo: el plano general del cine primitivo no tiene un centro definido (no es centrípeto), la acción parece expandirse hacia todos lados. De hecho, los personajes parecen moverse libremente en el escenario mientras la cámara, distante y frontal, permanece inmutable frente a ellos, dejándoles correr. Es por ello que el ojo del espectador actual puede sentirse algo desorientado al ver imágenes como las de The Miller and the Sweep (1897) de George Albert Smith, donde un molinero y un barrendero pelean frente a cámara. Pese a que los personajes comiencen a golpearse justo en el centro de la toma, acaban por rodar hacia el tercio vertical izquierdo, pegados a la esquina del encuadre, y casi desparecen. La cámara no los reencuadra ni se acerca, permanece estática durante toda la pieza. ¡Qué extraño resulta a nuestros ojos de hoy!

 

 

  1. Autarquía de los cuadros: finalmente, las películas del cine de los orígenes se basan fundamentalmente en un solo plano. La duración del mismo puede variar, pero siempre se ajusta a la norma: ser único, aislado (eso significa ser «autárquico»). Todos los ejemplos ofrecidos arriba dan fe de ello, pero podemos encontrar ejemplos tan simples como la pieza The Kiss (1896) de William Heise donde una pareja de enamorados se da un tierno beso frente a cámara. Como vemos, los cineastas del cine de los inicios no tienen nuestra concepción presente de lo que representa el montaje cinematográfico, pues no optaron por ensamblar dos o más planos conjuntamente.

 

 

A modo de conclusión

Los cuatros rasgos fundamentales que definen al cine primitivo según Noël Burch (frontalidad, distancia, carácter centrífugo, autarquía del cuadro) componen un modo de representación que puede resultar llamativo a ojos del espectador del presente. En gran parte, estas formas de realización están vinculadas a una perspectiva cientificista del cine (la cámara como «espejo del mundo»), que puedes ver explicada y contrastada en otra entrada del blog.

En nuevos artículos realizaremos un repaso por los rasgos fundamentales del cine clásico, en oposición al primitivo. Por el momento, ¿sabrías adelantar qué diferencia al cine de los orígenes de cualquier película convencional de Hollywood? ¿Qué sensaciones te despierta una película de los Lumière o de George Méliès a día de hoy? ¡Os leemos!

 

Bibliografía

Burch, Noël (2008). El tragaluz del infinito. Madrid: Cátedra.

Cousins, Mark (2004). Historia del cine. Barcelona: Blume.

Gaudreault, André (2007). Del cine primitivo a la cinematografía-atracción, Secuencias: revista de historia del cine, 26, 10-28. http://hdl.handle.net/10486/3936

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