Un despertador que se queda parado de noche puede tener consecuencias impredecibles dentro del mundo caótico en el que nos encontramos. Un mundo en el que cada opción da lugar a infinitas posibilidades, donde cada detalle puede cambiar nuestras vidas. Un flujo constante de incógnitas dentro de una ecuación mutante. Situaciones, decisiones y un entorno absolutamente caótico que no nos permiten más que aceptar el poder de esa fuerza que podríamos llamar azar. Y dentro de ese azar caprichoso puede, a veces, trazarse un hilo de esperanza. Un camino que parece diseñado, un camino donde las piezas se alinean en el instante preciso para crear un orden dentro del desorden. Una historia dentro del caos.